Salchichón Artesano pieza
4,50 € I.V.A. Incluido
Salchichón Artesano curado lentamente en secaderos tradicionales que le aporta un aroma único y sabor inconfundible de los aires de los Ancares.
• Elaborado con carne de cerdo seleccionada, magro y grasa en su justa medida.
• Adobado, embutido en tripa natural y atado a mano.
• Producto sin gluten y sin lactosa.
• Proceso artesanal que honra la tradición de Navia de Suarna.
• Perfecto para disfrutar en lonchas, con pan o como aperitivo.
El Salchichón Artesano de Embutidos Suarna es uno de los emblemas de nuestra tradición gastronómica, elaborado con un respeto absoluto por las recetas transmitidas de generación en generación. Con carne de cerdo seleccionada, cuidadosamente elegida por su calidad excepcional, este salchichón combina magro y grasa en su justa medida para lograr una experiencia única en cada bocado.
Adobado y embutido en tripas naturales, este salchichón es una obra de arte artesanal. El proceso de curado se lleva a cabo lentamente en secaderos tradicionales que infunden un aroma inconfundible y potencian su sabor. Todo ello sucede en nuestro obrador artesanal de Navia de Suarna, donde un equipo comprometido mantiene vivo el saber hacer que define a nuestros productos.
Cada loncha de este salchichón es un viaje sensorial a los almuerzos compartidos en las casas de Os Ancares, lleno de matices de aroma, textura y sabor que evocan un pasado lleno de autenticidad. Más que un embutido, es un testimonio de la dedicación a la tradición, el gusto por los detalles y el compromiso con la calidad.
Producto sin gluten y sin lactosa.
Olga Dorado López –
Me ha encantado. Se nota que está hecho siguiendo recetas tradicionales. El sabor es suave pero lleno de matices, y el aroma del curado es espectacular. Lo mejor es que al ser 100 % natural y sin gluten puedo compartirlo con todo el mundo sin problema. ¡Una delicia para cualquier ocasión!
Eduardo Piñeiro Blanco –
Este salchichón es increíble, de esos que cuando lo pruebas no puedes parar de comerlo. La proporción entre el magro y la grasa es perfecto, y el toque de los secaderos se nota un montón. Lo serví en una tabla con pan y queso, y fue el rey de la mesa. ¡Sin duda repetiré!